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En los últimos años, hemos visto como la bicicleta ha adquirido protagonismo en nuestras carreteras. Antiguamente concebíamos dicho medio como un mero deporte o entretenimiento en épocas estivales. Sin embargo, en la actualidad el uso de la bicicleta, está en auge. La usan a diario unos 3,8 millones de españoles, si bien los fines de semana esta cifra aumenta.

Las estadísticas presentadas por la DGT, revelaron que en el 2016 los siniestros descendieron con respecto a años anteriores, situándose en 33 fallecidos, 10 menos que en 2015, destacando que 6 de ellos no llevaban el casco pese a ser obligatorio. A dicha cifra debemos de sumarle 17 más en lo que va de año. Generalmente en un 80% de los accidentes cuyo resultado es el fallecimiento de la víctima, se producen en vías interurbanas, si bien, el mayor número de accidentes tiene lugar en las zonas urbanas. La comunidad donde más indice de siniestralidad hay en este ámbito, es Cataluña.

Dichas estadísticas, las analizamos desde nuestra Fundación con gran preocupación y consideramos que todos esos accidentes se podían haber evitado con buenas prácticas ¿Por qué no se evita? Cuál es la causa de esas consecuencias tan trágicas?

Y una vez más, nos encontramos con la misma respuesta. EDUCACIÓN, CONCIENCIACIÓN y RESPETO serian los tres términos en los que podemos aglutinar: la distracción, la inexperiencia, el alcohol o las drogas, el cansancio, el sueño o la enfermedad, la velocidad inadecuada, y el no respeto a las distancia de seguridad. Todo actitudes que derivan en accidente. No vamos a obviar, que el incremento de los índices de siniestralidad, va en consonancia  también con el aumento de la presencia de la bicicleta en la calzada.

En los accidentes en los que está involucrada una bicicleta, las dinámicas suelen ser más o menos siempre las mismas. Por citar las más comunes:
1) Frontolateral.- Este impacto se produce habitualmente cuando el ciclista circula a la derecha de los vehículos, corriendo el riesgo de que dicho vehículo gire y no le vea, ya que en ocasiones el ciclista se encuentra en el ángulo “muerto” del vehículo. Por eso es mejor no circular nunca en esa posición, o circular siempre por el centro del carril.
2)Colisión al abrir una puerta.- Si circulamos en vehículo a motor, CUIDADO cuando salimos del mismo. El simple gesto de abrir la puerta puede convertirse en un muro para el ciclista y debemos comprobar previamente, mirando por el espejo retrovisor .  Existe un método holandés “Dutch Reach”, obligatorio en sus exámenes de conducir, consistente en  abrir  la puerta con tu mano derecha. Tu cuerpo y cabeza giran automáticamente y dispones de más visibilidad de lo que se aproxima a tu espalda, os invitamos a practicarlo. La práctica de esta técnica no debe descartarse por parte del resto de ocupantes del vehículo. Un gesto convertido en hábito puede salvar vidas.
3) No guardar la distancia de seguridad a la hora de adelantar a un ciclista.- Podemos decir que el incumplimiento de dicha normativa es la más común en nuestras vías. Es necesario que se respete la distancia de seguridad mínimo 1,5 metros a la hora de adelantar a un ciclista, y si no es posible, posponer el adelantamiento hasta que este sea seguro. Es desconocido para algunos conductores que se puede adelantar a un pelotón, o ciclista aunque exista raya continua, siempre y cuando, no entrañe peligro alguno, obviamente.
4) Colisión por alcance.- No es la más habitual, pero si existe un porcentaje de siniestros derivados de esta dinámica.
5) Exceso de velocidad.- En este caso es una causa común a todos los usuarios de la vía, si bien  deberíamos reseñar, la circulación en vías urbanas. Hoy en día cada ayuntamiento ha adaptado la normativa en su ciudad estableciendo carriles bici, otros con señales viales en la calzada indicando la preferencia de las bicicletas en la calzada, límites de velocidad a 30Km /h etc, pero ¿ Realmente se respeta? La respuesta seria que NO, como regla general ya que, si analizamos nuestras ciudades, nos encontramos con que los límites de velocidad no se respetan.  Es mas, es la causa principal de siniestralidad en las estadísticas generales. La velocidad es uno de los peores ingredientes de un accidente. Si un ciclista sufre un atropello a 50km/h, no sería un accidente leve, ya que no podemos olvidar que la carrocería es su cuerpo, por lo tanto incluso a poca velocidad las consecuencias pueden ser muy lesivas. Por otro lado, el exceso de velocidad también afecta a la hora de adelantar a un ciclista, puesto que la fuerza del aire puede hacer perder el equilibrio al mismo, como por ejemplo, pasa cuando adelantan camiones.
6) Cambios de carril.-Es habitual realizar cambios de carril y no señalizarlos, o realizarloss de forma brusca. Una imprudencia imputable a ambos usuarios.

El usuario de la bici, por la ligereza que caracteriza a dicho medio, en ocasiones realiza cambios repentinos o busca cualquier “espacio” para adelantar posiciones, resultado dichas acciones inesperadas para el resto de usuarios, y derivando en colisiones donde ellos mismos son victimas de su imprudencia. Cuando circulamos en bici, debemos ser conscientes de la vulnerabilidad que asumimos respecto al resto de usuarios. Es primordial, que indiquemos correctamente cada una de nuestras maniobras, de forma que el resto de conductores, conozcan nuestra intención con la suficiente antelación. En bici, nuestras manos y brazos son nuestra voz, por lo que debemos utilizarlos correctamente. En sentido contrario, el usuario del resto de vehículos debe estar atento a estas indicaciones y también debe comunicar con antelación sus maniobras.

Desde la Fundación, entendemos que debe fomentarse la información a los usuarios trabajando con todos los colectivos, dado que cuando salimos a la vía es palpable que los medios de transporte han adquirido diversas formas con el paso de los años. La evolución quizá ha sido más rápida en la fabricación de los medios que en la regulación de los mismos, y sobre todo en la formación para asimilar su presencia en las vías. Si analizáis vuestra ciudad seguro que encontráis, infraestructuras mal ejecutadas en este sentido, como por ejemplo carriles bici mal ejecutados, o zonas donde la convivencia de peatones y ciclistas es dudosa.

Este colectivo, a parte de los casos específicos que hemos comentado en cuanto a la dinámica de un siniestro, se enfrenta a la misma problemática que el resto de las victimas de un accidente. Como informamos en nuestro blog, en los últimos años se han producido reformas legislativas que afectan de forma negativa a la víctima. Dichas reformas despojan de armas a la victima a la hora de emprender la batalla hacia la defensa de sus derechos. Ello sin obviar, que el conductor queda impune de sus actos, al quedar cerrada la vía penal. Un despiste, no es considerado una imprudencia, lo suficientemente grave como para ser juzgado en la vía penal, independientemente del resultado y consecuencias del mismo. Es decir, se puede producir el fallecimiento de la víctima, o provocar lesiones irreversibles, pero el conductor que ha provocado dicha consecuencia no será castigado, porque fue un simple despiste.

¿Realmente es justo este planteamiento?¿a quién protege el sistema? Tenemos la esperanza, de que se produzca una nueva reforma del Código Penal, en este aspecto. Pero más llamativo aun resultan los accidentes en los cuáles el causante del mismo es reincidente. Entendemos que la seguridad vial no se inculca a golpe de sanciones, pero también entendemos que si una persona no quiere rectificar sus errores y sigue incurriendo en acciones que ponen en peligro la vida de otros usuarios, se deben tomar medidas drásticas, y la primera debería de ser la retirada del carnet de conducir, así como un endurecimiento de las penas para este tipo de acciones.

Igualmente, debería ser aplicable un endurecimiento para los casos en lo que el alcohol y las drogas están presentes. Son numerosas las campañas que hemos podido ver con el paso de los años, en las que nos muestran las consecuencias de conducir bajo los efectos de dichas sustancias, y sin embargo nos seguimos encontrando, con accidentes producidos por estas causas, ¿que falla? Sin ir mas lejos el pasado fin de semana conocíamos la noticia del fallecimiento de dos personas que disfrutaban de su deporte favorito una mañana de domingo, con sus amigos, y una conductora que decidió elegir como compañía de viaje al alcohol y las drogas, acabo con su vida.

¿ Por qué se producen estas situaciones?. Son situaciones que lamentablemente escuchamos  cada fin de semana  y a las que debemos poner fin. Nosotros entendemos que hay una falta de concienciación  y ella se deriva de falta de información. Hay que trabajar más en ese campo. Por nuestra parte, esa es la finalidad en todos nuestros proyectos. Esta semana,  nos encontraremos en el Colegio Jacinto Benavente de Gijón impartiendo una conferencia a los padres para explicarles como circular en bici, las medidas de seguridad que se deben adoptar así como, las consecuencias de no hacerlo. En próximos blogs también  seguiremos profundizando sobre normativas y pautas a seguir en accidentes de este tipo, algo que también afecta a otros usuarios como los motociclistas.
En la vía no estás solo, mira a tu alrededor, y comunícate

Fdo.- Gema Rodriguez García
Dirección Fundación Avata

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