La gran mayoría de los jóvenes a los que se dirige el programa padecen accidentes en los que frecuentemente sufren graves lesiones, ello debido, entre otros factores al desconocimiento básico de las normas de seguridad vial.
La edad es un componente que está estrechamente relacionado con la probabilidad de sufrir un tipo u otro de accidente y con las consecuencias derivadas del mismo. Estos jóvenes, por el mero hecho de serlo, forman parte de un colectivo de riesgo. Además, se dan circunstancias que intensifican el riesgo, dado que confluyen varios factores además de su juventud: desprecio al peligro, componentes de alcohol y droga en no pocas ocasiones, el uso del teléfono móvil y desconocimiento de la normativa vigente, así como de sus derechos.
Para tratar de reducir la siniestralidad en este grupo, en primer lugar, se les debe dotar de la información sobre normas y prevención en la seguridad vial, así como de los medios precisos para evitar que se vean implicados en un accidente de tráfico y, en segundo lugar, se deberá proporcionarles la información acerca de los sistemas de seguridad que reducirán sus lesiones en caso de sufrirlo, así como que deben hacer si se encuentran implicados en un accidente, y los derechos que les asisten. Cualquier persona tiene derecho a recibir esta información a través de diferentes soportes: televisión, radio, prensa, charlas informativas, etc.