Los accidentes de tráfico y sus consecuencias hieren cada año a muchas familias. En el año 1996 Alejandro, y su mujer Eva, sufrieron un grave accidente de tráfico contra un guardarraíl mal situado en la carretera que les dejó importantes secuelas y que cambiaría sus vidas. De la solidaridad de ambos, y de su búsqueda de la justicia nació la FUNDACIÓN AVATA DE AYUDA AL ACCIDENTADO.
La desinformación de las víctimas genera en ocasiones una mayor decepción en el accidentado y la Fundación Avata comenzó en aquel entonces a trabajar en la búsqueda de soluciones integrales para las víctimas.
La seguridad jurídica de las víctimas y la búsqueda de indemnizaciones fueron dos de los primeros objetivos que se planteó la Fundación, así como el desarrollo de los derechos de los accidentados para poder reclamarlos.
En ocasiones, los accidentes de tráfico truncan el desempeño de una actividad laboral plena y, de igual forma, tras un accidente en ocasiones hay que aprender a convivir con nuevas discapacidades. La Fundación AVATA viene comprobando desde entonces las carencias en los servicios de los que disponen en ocasiones las víctimas y trabaja en el desarrollo de los catálogos de protección junto a aseguradoras e instituciones.
La defensa jurídica, la asistencia socio sanitaria, la adecuación de la vivienda o la repatriación son nuevos servicios que se comenzaron a incorporar a los condicionados de las compañías aseguradoras a raíz de nuestro trabajo.
Tras años de gestión y negociación, desde el pasado 2010 la Fundación AVATA de Ayuda al Accidentado desarrollamos nuestra labor con la finalidad de llevar a cabo labores de asistencia, de atención integral y de reinserción laboral tras el accidente, y también en materia de sensibilización, prevención y seguridad vial, para reducir el número de víctimas con el Ministerio de Educación y la Dirección General de Tráfico. Aunque ya en 2003 nacía el primer centro especial de empleo en León
La Fundación AVATA De Ayuda al Accidentado nació con una misión fundamental , la de facilitar la reinserción laboral y social, tanto a las víctimas de accidentes de tráfico, como a todas aquellas personas que sufran una discapacidad, en centros especiales de empleo o en empresas sin ese carácter.
Los inicios de la Fundación AVATA De Ayuda al Accidentado, como toda organización sin ánimo de lucro, han sido duros y ha supuesto un gran trabajo personal y el agradecimiento de nuestros asociados, es en buena parte quien nutre a la Fundación.
Así, creemos que deben conocer la reciente donación del patrimonio empresarial que Alejandro decidió realizar a la Fundación. Gracias a personas solidarias como Alejandro, la Fundación impulsará de una forma aún más comprometida su labor, y hará que esta llegue al mayor número de personas, concienciando y sensibilizando así del terrible problema que suponen los accidentes de tráfico para nuestra sociedad.
Para ello confiamos contar con vuestro apoyo y solidaridad. Porque una sociedad mejor es posible.