Esta semana se han cumplido 175 años de la fundación de la Guardia Civil que etimológicamente, “guardia” proviene del gótico wardja, y que significa vigilar o guardar.
Sus orígenes se remontan al siglo XIX. Desde 1814, la zona rural de España estaba repleta de excombatientes, desertores y malhechores que, tras la Guerra de la Independencia contra Francia y de ahí su vocación rural y su implantación a lo largo de los territorios menos poblados de España.
En sus orígenes, la Guarda Civil constaba de 14 jefes, 232 oficiales y 5769 guardias, que se repartían en 14 Tercios, hoy, 175 años después el Ministerio del Interior destina de su presupuesto 8.340,57 millones de euros lo que da una idea del músculo que ha cogido la institución y lo que significa para la seguridad del Estado.
Pero además de felicitar a la Guardia Civil, en nuestro blog de hoy queríamos también ensalzar la figura de una hermana pequeña de la Guardia Civil nacida 115 años después ya que el próximo 30 de julio la Dirección General de Tráfico cumplirá 60 años.
Si la labor de la Guardia Civil es encomiable, la tarea que cada día lleva en nuestras carreteras la DGT, también lo es. A lo largo de estos 60 años, las labores sobre el campo de vigilancia y cuidado del tráfico, las campañas de sensibilización desarrolladas cada temporada, las propuestas de modificación de regulaciones poco activas ante las víctimas de accidente de tráfico y otro sinfín de actividades llevas a cabo por este cuerpo, nos ha permitido a muchos seguir con vida.
En las operaciones salida, en los puentes, en las noches de invierno más gélidas y con abundante nieve, en el asfalto, en medio de un accidente, auxiliando heridos, cambiando una rueda tras un pinchazo, o antes de una curva por visibilidad reducida allí puedes encontrarle.
Año tras año, durante estos 60 años, el cuerpo no ha cesado en su intento lo alcanzar el objetivo de #0Victimas, por más difícil que en ocasiones se lo pongamos. Y es que, para cada uno de los agentes que forma parte de la DGT, un test de alcoholemia es mucho más que una sanción, es salvar una vida. Y para cada uno de los miembros que forman parte de la DGT, la modificación de los sentidos en un carril ante un embotellamiento, es mucho más que fastidiar, es encontrar el sentido de la dirección del objetivo #OVictimas.
Por todo ello y por más, por su sesenta aniversario el próximo mes de julio, por todas las víctimas de tráfico y por todos lo que seguimos aquí, al volante de nuestros destinos, desde la Fundación AVATA queremos desearos una feliz aniversario y por muchos sesenta aniversario más.